Porqué un taliban no es un terrorista
Talibán, plural pashtún de la palabra árabe طالب talib, que significa "estudiante". Es un grupo integrista tribal y guerrillero, estudiantes del Islam, surgido en 1989 durante la guerra civil que comenzó tras la toma de Kabul (Afganistán) por parte de Burhanuddin Rabbani y su jefe militar, Ahmed Shah Massoud.
Después de que los diversos grupos de resistencia contra la ocupación soviética tomaran Kabul (parte interesante que contaremos otro día) y establecieran un gobierno marcado por los enfrentamientos internos y la guerra civil, los talibanes surgieron como una alternativa caracterizada por la predominancia pashtún y el rigorismo religioso extremo, generando en la población expectativas de que el continuo estado de guerra interna y los abusos de los señores de la guerra terminaran.
Llegaron a controlar el 80 % de Afganistán pese a no ser reconocidos como gobierno legítimo por más de tres países. Tenían como objetivo principal declarado imponer la ley islámica y conseguir un estado de paz.
Muchos miembros del grupo talibán crecieron en los campos de refugiados de Pakistán y se educaron en las madrasas, donde también aprendieron las tácticas de la guerra de guerrillas y prepararon la toma de Kabul.
Los talibanes dieron refugio a Osama bin Laden, fundador, líder y mayor colaborador de Al Qaeda o Al Qaida (en árabe: القاعدة, al-Qā‘ida: ‘la base’) una organización terrorista, yihadista, que se plantea a sí misma como un movimiento de resistencia islámica alrededor del mundo, mientras que es comúnmente señalada como una red terrorista internacional.
Después del atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York, fuerzas de Estados Unidos atacaron Afganistán por decidir no entregar a Bin Laden. Así, derrocaron al régimen talibán y favorecieron, con el apoyo de otros países, la instalación del gobierno presidido por Hamid Karzai.
En diciembre de 1978 el príncipe Turki Al Faycal, director de los servicios secretos saudíes, reclutó a Bin Laden para gestionar financieramente las operaciones de la CIA estadounidense en Afganistán. La CIA invirtió 2000 millones de dólares para lograr el fracaso de la Unión Soviética, que en ese momento estaba librando una guerra en el país centroasiático.
Los servicios saudíes y estadounidenses reclutaron a fundamentalistas islámicos, los armaron y aleccionaron en una jihad para combatir a los soviéticos. Bin Laden gestionaba las operaciones financieras en un fichero informático llamado al Qaida (literalmente ‘la base [de datos]’). Desde entonces, muchos extremistas miembros de los muyajidín se fueron asociando a la red Al Qaida.
Las acciones de estos combatientes extremistas iban dirigidas contra determinados gobiernos en regiones tan diversas como Afganistán (contra la ocupación de la URSS) o la extinta Yugoslavia (para detener el genocidio musulmán en Bosnia y Herzegovina). Existen sobradas evidencias documentadas sobre el apoyo indirecto de la administración de EE. UU. y de la CIA a la lucha afgana contra la invasión soviética porque comulgaba con sus intereses durante la guerra fría, pero no existen pruebas que apoyen las acusaciones de que el grupo liderado por Osama bin Laden y Ayman al-Zawahiri fuera financiado y entrenado por la CIA o por el gobierno de EE. UU.
La organización ha construido campos para aquellos militantes musulmanes repartidos por el mundo, entrenando a miles en técnicas paramilitares.
Etiquetas: O'Hara
1 comentarios:
Este post mola MUCHO! y además, que no se diga que no somos didácticos!
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