lunes, 7 de julio de 2008

San Fermín

Aviso para navegantes.
Aquellos que solais visitar el blog tal vez hayais apreciado nuestro pasotismo actual una vez acabados exámenes y universidad. No temais, no vamos a dejar nuestras obligaciones, sólo debeis comprender un pequeño inciso. En Pamplona, ciudad en la que se encuentra nuestra redacción, se celebran del 6 al 14 de julio unas pequeñas fiestas, nada sin importancia. El acontecimiento reúne un poquillo de gente por la ciudad, pasamos de 190.000 habitantes a 1.500.000, y no quiero hablar del incremento en consumo de líquidos.


Es lo que tienen los San Fermines, por algo son la segunda fiesta más importante en el mundo entero (superada solo por el Carnaval de Río de Janeiro, pero es que juegan con ventaja, están más buenas). Pamplona se convierte estos días en una ciudad en guerra, miles de personas camufladas de rojo y blanco que en vez de atacarse, beben y follan (aunque otros insisten en atacarse). Además, para aquel que quiera hacer ejercicio y prepararnos para la Stirling también tenemos un ritual, nada más que correr 800 metros delante de unos toros asesinos sedientos de sangre. Somos navarros...

Por ahora tenemos la situación controlada. Dos de nuestros hombres están desplegados en el bar Okapi, un punto estratégico interesante para los TAN pues desde éste controlamos no el punto más alto ni más importante de la ciudad, sino la cercanía a más bares, la acumulación de mujeres en la zona y la posibilidad de ver pasar los toros a unos metros. Si alguno de nuestros aliados quiere ayudar en las labores de protección y defensa, O'Hara y Vinyard son aquellos vestidos del habitual rojo y blanco pero con un pinganillo que les da un toque más... flipao. Ríete de ellos si quieres, pero ellos deciden si entras o no.

Por otra parte, un servidor está especializado en las labores de exploración, observación y eliminación, por lo tanto mi labor pasa por explorar todos los bares, observar a todas las mujeres, y eliminar mi hígado por el camino. No será fácil encontrarme, soy un hombre sigiloso y por lo tanto es difícil que me veas (mi aliados son el camuflaje san ferminero y la cantidad de alcohol que lleves encima querido lector). En caso de que me encuentres tampoco estés seguro que que yo te vea a tí, ni de que al día siguiente me acuerde. Para eso Dios inventó el móvil con cámara.

Para finalizar, he aquí una misión llevada a cabo hace años por nuestros francotiradores, la eliminación de un peligroso enemigo de los TAN. Este bravo soldado se pavonea por nuestro territorio regalando globos y sonriendo a nuestros ciudadanos. Nuestro alto mando consideró imprescindible su eliminación, y nuestros hombres llevaron a cabo impecablemente su trabajo.

PD: en el trancurso de la misión se tomaron todas las medidas necesarias para evitar cualquier baja civil, y la repetición de dicha misión se ha llevado a cabo año tras año con la mayor precaución posible.

PD2: lo más divertido es que el propio traje NBQ le impide alzar la cabeza, por lo que nuestra localización es imposible y él tiene que seguir sonriendo y regalando globitos.

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Volveré... ¿no?

9 de julio de 2008, 11:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Borrachos, que sois unos putos borrachos...
Habrase visto...

10 de julio de 2008, 0:02  

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