viernes, 19 de septiembre de 2008

Operación "Pollo al Horno con Patatas"

A las 14:00 zulú del día 18 de septiembre de 2008 d.c., los miembros de las operaciones especiales talibanes con nombre en clave O'Hara y Capca recibieron el briefing más difícil que jamás hubieran conocido:

-1Kg de Pollo táctico.
-1/2 Kg de Patatas de mano.
-1 cebolla y media de combate.
-4 ajetes para guerra química.
-Mantequilla de la verdad.
-Objetivo opcional: inserte un plátano NBQ.

La misión comenzó con retraso debido a que nuestros efectivos tuvieron problemas con la inserción en el territorio enemigo (a.k.a. "Cocina"). Nuestros problemas se debían al retraso en que individualmente llevamos a cabo en nuestra anterior misión: "Sobar a pata suelta". Una vez de vuelta en el HQ, y tras asearnos con bastante pereza, descubrimos con sorpresa que se nos echaba la hora encima y era momento de actuar.

Fase 1: Inserción en la "cocina".

El primer paso consiste en establecer unos puntos de observación donde preparar el equipo para las posteriores fases. El primer paso es cargar nuestras patatas de mano y las cebollas de combate. Desenfundamos el cuchillo para ir asesinándolas lenta y sigilosamente. No olvidemos que el pollo táctico es un tenaz enemigo, y de cuantos menos refuerzos disponga mejor. Una vez hayamos amontonado los cuerpos de patatas de mano y cebollas de combate en dos montones diferenciados (fijaros en sus chapas de identificación), preparamos dos emboscadas, cada una con una sartén con aceite: me encanta el olor del napalm por la mañana.

Fase 2: Emboscada.

Tenderemos dos emboscadas con el objetivo de neutralizar moralmente al enemigo. Por un lado, agarramos por el grip una de las sartenes (si son tácticas, mejor) y la lubricamos con aceite (de oliva mejor que de silicona). Cuando la mezcla empieze a hacer efecto, nuestros efectivos han de ofrecer fuego de cobertura para que el pollo táctico y las cebollas de combate caigan en la primera emboscada. Repetir la misma táctica con las patatas de mano.
Una vez hayan caído en nuestras emboscadas hemos de interrogarlos hasta que hayan cambiado de color. Hemos de sacar la información relevante para cómo actuar a la hora de la cena.

Fase 3: Interrogatorio.

El pollo táctico es duro de pelar, por eso conviene pasar de la sartén al bombardehorno. Para ello, primero preparamos el espacio del interrogatorio, colocando la mantequilla de la verdad sobre la bandeja del bombardehorno. Dejamos encendido los motores durante unos 10 minutos para que el ambiente del interrogatorio sea todavía más axfisiante. Acto seguido, insertamos el pollo táctico junto a las patatas de mano y las cebollas de combate en la bandeja del vehículo. Interrogamos durante unos 15 a 20 minutos con una agresividad de unos 170º, no queremos perder nuestro objetivo y que acabe chamuscado como los sospechosos de Jack Bauer.

Durante esta última fase podemos utilizar un componente químico para mejorar la calidad del interrogatorio. Un plátano NBQ cortado en rodajas muy finas puede garantizarnos el éxito una vez emboscado e insertado en la bandeja en posiciones estratégicas.

Fase 4: Extracción.

El pollo táctico ha cantado. Hemos de salir del territorio enemigo "cocina", pero nos llevamos nuestro objetivo al HQ, que nos puede ser útil en el futuro (en un táper de guerra por ejemplo). Esta fase ha de ser llevada a cabo, sin excepciones, con el siguiente procedimiento: equipar la mesa con platos, vasos y cubiertos de combate; preparar una cantimplora de vino (la hidratación es muy muy importante); por último, para quien no quiera "mancharse las manos" con este trabajito, unas servilletas. Hay que separar el objetivo en tantos miembros tenga nuestra escuadra. El siguiente paso corre de cuenta de cada uno, unos preferirán disparar más sal y otros echarán hierbas de su ghillie, allá cada uno.


La operación fue llevada a cabo con brillantez por los miembros de la escuadra ya mencionados. Hicieron falta varias emboscadas de más de las esperadas, y la misión acabó durando casi tres horas. Al final, el pollo táctico cantó (vaya que si cantó), y hemos de decir que es una de las operaciones más ricas que jamás hemos llevado a cabo.

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Realmente sublime.

22 de septiembre de 2008, 8:54  

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