jueves, 18 de septiembre de 2008

Diario de batalla: Op. Silent Sword

Tras cuatro meses de conflicto en la región desde el lanzamiento de la ofensiva por parte de luchadores por la libertad de Corea del Norte (KNFF), agentes del SI7 han descubierto un depósito de armas y municiones en una granja cerca de la frontera con China. China ha estado empleando este depósito para proporcionar armas y municiones al KNFF para su guerra secreta contra el oeste.



La Task Force Black ha sido desplegada en la zona para localizar la granja y recolectar información para un posible asalto.



Yo, Capca, y mi compañero O´Hara, fuimos testigos de primera mano de lo que allí aconteció...





Para esta misión fuimos designados una veintena de expertos en operaciones encubiertas dentro de países enemigos. Hemos sido entrenados en infiltración, observación, asalto, y varias técnicas de combate que podrían ayudarnos en territorio hostil. La instrucción, a manos de ex-operaciones especiales británicos, es de las más exigentes que existen. Se especializa en tácticas en campo abierto y bosque, formaciones de patrulla, y combate urbano (Close Quarter Combat).



El sábado 19 a las 08:00pm zulu, Charlie Brown (Zero-Alpha), líder de las unidades sobre el terreno dio luz verde a la Op. Silent Sword y la TFB, divida en cuatro unidades de combate (Alpha, Bravo, Charlie y Delta) nos pusimos en marcha. Nuestro objetivo era adentrarnos en territorio enemigo, localizar Hwajol-Li, la granja donde Inteligencia sitúa el almacén de municiones que esconde el KNNF, destruirlo y abandonar la zona antes de las 10:30am zulu.



Nosotros éramos la unidad Charlie, un explorador, un granadero, un sanitario suicida y un suboficial, cuatro valientes hombres que desde el inicio de la operación encabezamos la marcha por territorio hostil.









En la fase uno recorrimos los cuatro kilómetros y medio desde el punto de inserción hasta el objetivo atravesando las montañas coreanas por caminos secundarios para no ser detectados. Teníamos que avanzar hasta el siguiente valle para establecer un HQ provisional seguro. El avance estuvo frenado por problemas de visibilidad. Una densa niebla que apenas podían deshacer con sus poderosas aspas los molinos bajo los que pasábamos. Cuando al fin desapareció, la luna llena nos hacía blancos fáciles en las praderas coreanas. Fue un paraje único y fascinante que ninguno de nosotros había visto jamás en misiones anteriores.



Una vez establecido el HQ comenzó la fase dos. Nuestras unidades se desplegaron alrededor del objetivo estableciendo puntos de observación para recabar toda la información posible antes del ataque: disposición y características de los edificios, número y disposición de los efectivos enemigos, posibles rutas de entrada y salida.



Charlie tuvo que vigilar desde el bosque norte. Mandamos a Acurralado y Darknels, mientras O’Hara y yo establecíamos una posición de seguridad para protegerles en caso de una retirada forzosa.

La hora límite de reencuentro era las 03:00 am, para retirarnos hasta el HQ avanzado a las 03:30 am. Acurralado con su ghillie iba en cabeza, se integraba tanto que Darknels no tardó en perderlo de vista. Viéndose solo regresó al punto de encuentro. Tras informar a Zero, todos nos retiramos al punto convenido para encontrarnos con toda la Task Force y planificar el ataque con la información actualizada.

Acurralado, sólo, sin radio y desarmado en territorio enemigo, en vez de darse la vuelta se infiltró totalmente en las líneas enemigas y pudo nutrir a Zero de información muy detallada sobre la disposición de los guardias, la cual resultó vital para la planificación del posterior ataque.



Pasamos a la fase tres, el ataque. Charlie debía asaltar la granja por la parte trasera desde el suroeste abriendo camino a Delta, quienes llevaban el equipo para volar las cajas de munición. Alpha y Bravo debían tomar sigilosamente el bosque norte, establecer una línea y ofrecer fuego intenso de cobertura.

Charlie y Delta nos infiltramos por la ciénaga, calándonos y llenos de barro hasta las rodillas. Tras un reconocimiento previo del edificio objetivo, establecimos como vía de entrada una ventana abierta en la planta baja. Charlie y Delta confirmaron su posición a Zero y esperaron a que Alpha y Bravo estuvieran en posición y abrieran fuego, señal que serviría para nuestra entrada en acción.



A las 04:50 am zulu empezó el fuego de cobertura. Corrimos a través del cenagal hacia la ventana, pero había sido tapiada al empezar el tiroteo. Plan B: una entrada lateral, pero no era apta para un ataque rápido porque estaba demasiado protegida. Tuvimos que optar por el plan C, también conocido como la desesperada y nuestra última opción: saltar una valla y caer en mitad del campamento enemigo. En medio del patio, una potente luz delató nuestra entrada y tuvimos que refugiarnos en el edificio más cercano. Una vez dentro estábamos solos: Delta no pudo seguirnos, Alpha y Bravo tuvieron que enfrentarse a fuerzas enemigas superiores en el bosque y nosotros no conseguíamos contactar con Zero. Podíamos intentar cambiar de posición, pero estábamos copados. Tocaba asalto suicida. Encabezados por el oficial Nitta, la Charlie avanzó hacia el edificio principal mientras yo ofrecía fuego de cobertura desde la puerta. En cuestión de segundos todos habíamos sido eliminados.



Tras el primer e infructuoso asalto, la TFB fue un caos. Zero perdió el contacto con varias de nuestras unidades. Sin nuevas órdenes y sin noticias de nuestros compañeros, la Charlie, junto con Delta y los oficiales Nitta y Will intentamos repetidamente tomar el objetivo, pero fuimos repelidos continuamente. Con el mando aliado incomunicado y el avance paralizado optamos por reagruparnos con Alpha y Bravo para intentar desbordar a las fuerzas enemigas por el norte.



Nos encontramos con elementos de la Alpha y con la Bravo al completo luchando matojo a matojo con el enemigo. Con las primeras luces del día conseguimos establecernos firmemente en la linde del bosque, pero los coreanos mandaron a sus fuerzas especiales y, aunque les plantamos cara, rápidamente nos desbordaron y tuvimos que retroceder.



Zero reagrupó a todos los supervivientes e intentó plantear un ataque conjunto, pero ya era imposible tomar el objetivo principal, por lo que consideró prioritario dar paso a la fase cinco: evitar perder más hombres y evacuar a los supervivientes al punto de extracción antes de las 10:30am del día 20.



Así comenzó una marcha hacia nuestro HQ donde habíamos dejado nuestras bergens horas atrás. Una vez recuperamos nuestro equipo, avanzamos lo más rápido posible hacia el punto de extracción bajo una intensa ventisca, aprovechando la niebla para pasar desapercibidos. Al poco tiempo, Zero hizo reunirnos a los suboficiales y nos comunicaron una pésima noticia: nos seguían unidades motorizadas enemigas.





Para evitar a las fuerzas coreanas escapamos campo a través, lo que nos evitó caer en varias de las emboscadas que nos habían tendido. Aun así el equipo que protegía nuestra retaguardia divisó unidades enemigas persiguiéndonos. Acurralado, Nitta, Georgius y JohnSmits perdieron la vida dando unos pocos minutos de ventaja al resto de la TFB.



El resto del grupo siguió avanzando, agotados tras la misión. Al final sucedió lo inevitable, tuvimos que cruzar una carretera que atravesaba nuestra ruta y nos encontramos con una de sus unidades motorizadas. Aunque al principio no nos vio, volvió antes de que nos pudiéramos esconder y nos descubrió. Rápidamente desplegó a sus hombres y llamó a los refuerzos. Establecimos una línea de fuego mientras nos desplegábamos lateralmente en busca de un punto por el que poder cruzar la carretera. El implacable fuego enemigo acabó con muchos de los nuestros, entre ellos con Darknels, que murió a mi lado intentando salvar al médico de Alpha. Yo, sin munición, al igual que el grueso de la TFB, caí mientras agotaba mi último cargador aun sabiendo que salir de allí era imposible.



Antes eliminado que rendirse.







Yo, O’Hara, el sanitario de la Charlie, era el único de la unidad que seguía en pie. Acurralado había caído intentando darnos un poco de tiempo, Darknels ayudando al sanitario de la Alpha, y Capca cubriendo la huída.



Corría campo a través junto con Becket, el tirador de la Bravo, y los oficiales Sin y Leo Brown. Éramos los únicos supervivientes de la TFB. El enemigo nos cortaba el paso por la carretera y comenzaban a flanquearnos campo a través. Con su movimiento no sólo nos cortaban la ruta de escape sino que nos empujaban hacia su campamento.



Entonces los oficiales se desprendieron de su equipo y cambiaron el cargador. Becket y yo nos miramos, y Sin leyéndonos el pensamiento nos dijo, “Ya no queda nada por hacer… solo morir con honor”.

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Podeis encontrar este articulo en el nº4 de 020mag motivo por el que ha estado embargado desde que lo escribimos en julio.

18 de septiembre de 2008, 9:26  

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