jueves, 1 de enero de 2009

La primera misión del año.

Poco duraba mi descanso. Aun no habia desconectado comp`letamente de mi anterior misión. En mi mente convivian escenas de mi última batalla, lejana ya, pero fresca aun. Esas imagenes me atormetaban si, pero no más que la crudenta carnicería que mis familiares más allegados estaban llevando acabo con un habitual de las Navidades. El langostino. No os dejeís engañar por la escena amigable de Rodolfo Langostino. Si ellos tuvieran oportunidad....

Y en esa situación, rememorando con los langostinos el final de un buen año, llego mi última misión del año, que tambien resultaría ser la primera del siguiente.

El responsable, Inteligencía. Si, esos queridos amigos que durante todo el año no habian sido capaces de ayudarnos, en mi periodo vacacional, me tocaron la fibra. Había informacion sobre un TAN. Vinyard, el cual fantasmagoricamente había aparecido hace unos días firmando un post, había conseguido ( no sabemos si intencionadamente o no) contactar con nosotros.

Se encontraba lejos, en una extraña y oscura zona, Los Portales. El Ansia se apoderó de mi en ese momento. Deje todo lo que tenía entre manos y me dispuse a salir en su busqueda. Era un hermano en un territorio hostil. Tanto tiempo en Barnakistan, habría atrofiado sus sentidos.

Me enfunde un mono, si quería llegar cuanto antes y terminar con el suplicio de mi compañero necesitaba un medio transporte rápido, esto aun recome mi conciencia, pero anda como un avión yankee para desplazarse rápido por el mundo y claro, para no levantar sospechas nos vestimos como ellos. Llamé a mi copiloto,para una misión tan delicada, necesitaba alguien que guardase mis espaldas de verdad. Alguien de autentica confianza, Maximo me seguiría hasta el fin del mundo.



Aquel lugar estaba plagado de las más variopintas criaturas, todas intentado llevar a cabo diferentes y más o menos acertados ritualez de apareamiento.

De pronto un salva de bolas rasgo la noche. El fulgor de un Mp5 nos sorprendió a Maximo y a mi. Buscamos la procedencia de aquellos disparos y la imagen que vimos nos sobrecogió.

Allí estaba Vinyard, conservaba sus ropajes, pero no su lucidez, estaba como ido, incluso tardó un rato en reconcernos. Sus ojos, no reflejaban sentimiento alguno y se dedicaba a mostrarnos unas bolas de PVC de 6 mm. Su droga, decía que era, y en efecto las miraba con particular deseo. En ese momento nos dimos cuenta de que el Vinyard que conocimos, nunca volvería. Conservaba su esencía de taliban pero solo en apariencia.


Intentamos hacerle entrar en razón. Todos nuestro intentos fueron vanos. Finalmente, tomamos la más dura decisión, que aconteceríamos en esa noche. Abandonamos a Vinyard. Cierto es, que las lugareñas del lugar lo acogieron bastante bien y nos fuimos con la sensación, de dejarlo feliz.

Por eso, no os sorprendáis si el día pensado, Vinyard vuelve por este blog, siempre será bienvenido.

Etiquetas:

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Vais todos disfrazados con cosas ajenas! Pardiéz! Espero que pasárais una buena noche!

6 de enero de 2009, 13:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Vinyard existe!!!!



PD. Tú!! detrás de Máximo se ve a Dani de talibán, si va a ser un TAN underground...

7 de enero de 2009, 5:00  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio